Bienvenidos/as a mi blog, espero que os guste.

A menudo me siento perdida ,tanto como educadora y como madre, pensando si estoy haciendo las cosas bien, y sobre todo dándome cuenta después de que me había equivocado y que las cosas se pueden mejorar. Durante este curso escolar he aprendido unas cuantas lecciones que creo que me pueden ayudar en mi trabajo diario.
En relación con mi trabajo asistí a un curso para Escuelas Infantiles de Pamplona de 0-3 años sobre el desarrollo motor y Emmi Pikler. Este curso ha cambiado mi manera de relacionarme con los más pequeños y mi manera de trabajar, por ello quiero compartir con vosotr@s mis experiencias y la información recibida relacionada con la libertad de movimiento y una actitud no intervencionista que favorezca el desarrollo de l@s niñ@s

jueves, 9 de septiembre de 2010

OTRA FORMA DE TRABAJAR : LAS ESCUELAS DE REGGIO EMILIA

Además de la forma de trabajar en el Instituto Pikler, me parece interesante hablaros en este blog de las Escuelas de Reggio Emilia y de su metodología.

Primero comentaros que el principal promotor de estas escuelas fue Loris Malaguzzi ("La educación infantil en Regio Emilia")


Estas escuelas y su forma de trabajar son muy seguidas de cerca desde muchos ámbitos educativos, destacaría la importancia otorgada a los educadores y su continua formación permanente en la búsqueda de mejorar su práctica educativa.
También ofrecen una gran importancia al igual que Emmi Pikler a los espacios, al ambiente como interlocutor educativo. "El atelier" un espacio en el que l@s niñ@s pueden expresarse a través de la música, de la pintura y sus múltiples expresiones.
Lo que más destacaría de estas escuelas y su metodología es el respeto hacia el ser humano y hacia el niñ@ en general, ya que muchas veces los adultos nos olvidamos de que ellos también son personitas y tienen ya desde muy pequeños su gustos, sus preferencias.

He incluido algunos enlaces para saber más sobre la metodología utilizada.
Loris Malaguzzi

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Presentación

Que maravilla es poder mirar a un bebé en su actividad libre. Si nos damos ese tiempo de observación paciente, descubriremos el gran potencial del bebé en su actividad espontánea, su concentración, insistencia para lograr un objetivo propuesto por sí mismo, flexibilidad y variedad en sus movimientos, autonomía y la alegría que produce el sentimiento de competencia al realizar por sí mismo un movimiento que surge de lo profundo de su ser. Pero para que esta actividad espontánea surja en el bebé es necesario que el adulto proporcione las condiciones adecuadas, esto significa un espacio seguro y suficientemente amplio para que él pueda desplazarse, respeto por sus tiempos particulares y autonomía.
La Dra. Emmi Pikler con su trabajo, demostró hace más de 60 años la importancia de la motricidad libre en el bebé y de no ponerlo nunca en una posición que no haya adquirido por sí mismo, por su propia iniciativa. Justificó que la posición de espaldas es la más segura y adecuada para que el bebé inicie la construcción de sus movimientos, ya que en esta posición el pequeño se siente totalmente sostenido por lo que puede inicialmente mover su cabeza sin tener que soportar su peso, que en el bebé es un cuarto de todo su cuerpo, puede mover sus manos y mirárselas, patalear con energía. Más adelante torcer un poco el tronco para alcanzar algún objeto interesante cercano a él, hasta que paulatinamente puede ponerse por sí mismo boca abajo, con lo que conquista otra dimensión del espacio lo que le da más posibilidades de exploración, y así progresivamente podrá rolar, reptar, gatear, sentarse, etc. Esto por supuesto puede ocurrir sobre una base dura, ya que si es puesto siempre sobre un colchón sus movimientos se ven entorpecidos, el bebé se hunde sin poder avanzar. La ropa también debe ser lo suficientemente suelta, y cómoda para permitirle moverse libremente.
La Dra. Pikler insistió mucho en la importancia de los movimientos intermedios, como estar semi sentado apoyado por el codo, volverse de vientre y de ahí volverse de espaldas, etc. Son muchos los movimientos intermedios los que llevan a lograr los grandes movimientos como sentarse, estar de pie y caminar.




La esencia de la experiencia del Instituto Lòczy

Os muestro un conjunto de fotos que reflejan lo que significa libertad de movimiento y ambientes seguros y cálidos.


martes, 7 de septiembre de 2010

El Instituto Lockcy

Con este video podréis entender claramente la esencia del espíritu de Emmi Pickler y cómo se trabaja en el Instituto Lôckcy desde una postura del adulto "no invasivo".
Sobre todo prestar mucha atención a cómo crean el ambiente y los materiales utilizados, si os fijáis son materiales sencillos que van desde una panera, vasos de plástico, cajas, cojines, escalones, pero a su vez se ha creado un entorno seguro para l@s niñ@s.


Biografía de Emmi Pikler

Emmi Pikler (1902-1984) fue una importante pediatra húngara que dirigió el Instituto metodológico de educación y cuidados de la primera infancia de Budapest (conocido como Instituto Lóczy, hoy llamado Instituto Pikler), fundado para bebés que necesitaban cuidados prolongados lejos de sus familias. Creó un sistema educativo basado en el respeto al niño, en el que el adulto adopta una actitud no intervencionista que favorece el desarrollo.

Pikler estaba convencida de que el desarrollo motor es espontáneo; y aseguraba que, si se les proporcionan ciertas condiciones, los niños alcanzan por sí mismos un desarrollo motor adecuado. El adulto no “enseña” movimientos ni ayuda a realizarlos, y los niños se mueven y se desarrollan regidos por su propia iniciativa. Por otro lado, no se le impide al niño la realización de ningún movimiento, por lo que en este sentido es completamente libre: si un niño que camina quiere reptar y rodar, no hay nada de malo en eso.

Sin buscar reproducir la relación maternal, proyecto vano en una institución - Emmi Pikler y sus colaboradoras permitirán a los niños establecer vínculos cálidos con sus cuidadoras, gracias a una atención exclusiva ofrecida a cada uno durante los cuidados, a una coherencia en la vida cotidiana, a una estabilidad de los adultos y a las respuestas finamente adaptadas a las necesidades individuales.

Una gran confianza está puesta en la capacidad de cada niño a desarrollarse en estas condiciones por su propia actividad, siguiendo sus propios intereses.()La actividad autónoma es la regla, sostenida por la relación establecida con los adultos. Gracias a esta actividad y a este sostén, el niño se percibe como competente, digno de atención, reconocido en su individualidad. En resumen, él elabora una confianza en sí mismo que le permite crecer armoniosamente.

Numerosas investigaciones han sido y son todavía llevadas a cabo por el equipo de Lóczy, al cual se le deben publicaciones y filmes. Emmi Pikler ha dirigido hasta 1979 el Instituto que lleva ahora su nombre. Falleció en 1984. Hoy, más de cien años después del nacimiento de su fundadora, el Instituto Pikler continúa acogiendo niños con la misma rigurosidad y la misma preocupación en su bienestar, con la misma voluntad incansable de ofrecer a cada uno lo que realmente necesita.


Los bebés aprenden a moverse solos

          A menudo podemos observar en el parque, en las escuelas infantiles, en guarderías o en nuestras casas a nosotros, los adultos ayudando a nuestros más pequeños a caminar y a sentarse, y quizás tienen solamente unos pocos meses de vida. Nos ponemos contentos si se ponen rectos y de pie , si dan pasitos etc...¿ Pero, por qué nos empeñamos tanto en que caminen o en que se sienten lo antes posible ?,¿es tan importante realmente nuestra estimulación?. Y por su puesto, la pregunta fundamental sería ¿es realmente beneficioso para ellos?
Después de años de estudio la especialista y pediatra Emmi Pickler concluyó que el desarrollo motor surge de manera espontánea y que las enseñanzas de  los adultos pueden interferir y no ser del todo adecuados para los más pequeños.
Cuando nace un bebé  los padres disfrutamos plenamente de cada etapa evolutiva, imaginamos con ilusión el siguiente paso que dará nuestro bebé, cuando empiece a sostener la cabeza, cuando se siente, cuando comience a caminar... Y también es muy común que "ayudemos" a nuestr@s hij@s en estos primeros pasos y movimientos que por su corta edad todavía ell@s no son capaces de realizar. Así, por ejemplo, a menudo los sentamos protegidos entre almohadones, para que se mantengan erguidos y no puedan caerse, o les ponemos en posición vertical para que caminen, malinterpretando su necesidad de ver el mundo desde esa perspectiva.
Pero puede ser que como descubrió Emmi Pickler en el orfanato que dirigía en Budapest esta intervención no sea necesaria e incluso sea perjudicial para el desarrollo motor del niñ@.